martes, 30 de noviembre de 2010

No estar en un laberinto


—... a veces siento que no estoy aquí…
El terapeuta levanta la vista del cuadernillo de notas y comprueba que, efectivamente, el sillón vacío. Entre sorprendido, asustado y divertido pregunta a la secretaria por teléfono si vio salir a alguien del consultorio. La joven, que no lo vio llegar, se asoma al despacho sólo para comprobar que, como ella creía, no hay nadie allí. Consecuente como la madre que un día será, sonríe.
—¿Otra vez con sus bromas, doctor? —Ante el ruido de voces en la sala, agrega―: Creo que ya llegó su paciente, voy a ver.
Cierra la puerta y sale.
Desde su sitio al lado del sillón, el psiquiatra vuelve a sus notas.
—…decía, ¿qué, señora?…
—..que a veces siento que no soy yo…
—Sí, siempre es complicado no ser nadie —dice al vacío que lo rodea en aquella oscuridad absoluta en la que lleva tiempo perdido.

Imagen tomada de la red.

4 comentarios:

Alfonso Pedraza dijo...

Manuel, buen ejemplo de esquizofrenia, pero del psiquiatra. O acaso continúas con el tema del canabbis que, con su abuso, puede causar esos síntomas.

ROSIO dijo...

Vale, ja, me mantienen divertida sus locuras, "sus" ehh!!
Abrazo, ¿si eres tu verdad?

josé manuel ortiz soto dijo...

No, doctor no tiene nada que ver con el cáñamo índio. Aunque ya que lo trae a colación, me recuerda a un profesor de psiquiatría que, según algunos compañeros de otro grupo, recibieron una clase teórico práctica. En este caso, el tema es locura en su expresión pura.
Un saludo. (A menos que el hornazo emanado de la imagen de raquela haya ascendido).

josé manuel ortiz soto dijo...

Rosio: lo mismo dice mi psicoterapeuta. ¡Si vieras cómo se divierte! Creo que no tardo en ser yo quien cobre las sesiones de ludoterapia.

Abrazos con camisa de fuerza.