sábado, 28 de abril de 2012

Día de asueto


No supo si fue a causa del majestuoso sol caribeño brillando en lo alto, el voznar de las garcetas a su derredor, o la fresca corriente del río donde se bañaba; el caso es que por fin le fueron indiferentes: sus odios y temores, el desencanto de un amor perdido, las algas que le enredaban los pies y la salobre agua que inundaba sus pulmones.


Imagen tomada de al red.

jueves, 19 de abril de 2012

La alteridad en el espejo



Es el título que lleva la exposición del artista Johan Falkman, actualmente exhibida en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y que permanecerá hasta el 15 de julio de 2012. 
Nacido en el puerto de Trelleborg, Suecia en 1967 estudió dibujo, escultura y pintura en Mälmo. En 1994 se graduó con honores como Licenciado en Bellas Artes y fue galardonado con el Premio del Círculo de Pratt. Ha seguido los principios de las escuelas naturalista, simbolista y expresionista europeas.


En La alteridad en el espejo se observan más de 90 obras realizadas entre 2003 y 2012 en las que podemos observar la evolución del artista a través de los contrastes cromáticos, las iniciales con menor poder visual en contraste con las últimas creaciones donde no solo resalta la fidelidad del retrato, también nos da la oportunidad de percibir características psicológicas y espirituales de sus modelos.


Imagen: Professor John-Gunnar Forsberg, Anatomy.

En la muestra se incluyen retratos del proyecto Doctors in Lund, la mayoría de éstos realizados entre 2004 y 2005, único en la actualidad. Los médicos han sido retratados a lo largo de la historia, sin embargo es la primera vez en que los médicos pertenecen a la misma universidad.



"La satisfacción de ser retratado en pintura era la satisfacción de ser reconocido personalmente y confirmado en la propia posición; nada tenía que ver con el deseo moderno de ser reconocido en solitario por lo que uno es realmente" John Berger 

La alteridad en el espejo, una exposición que no decepcionará a sus visitantes. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Gloria Saldívar, poeta.

Mi nombre es Gloria Saldívar, nací el 22 de septiembre de 1983, vivo en el DF, soy egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM, y acabo de terminar la Especialidad en Teoría Psicoanalítica y Cultura en AMPAG (Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo). Desde niña me apasionó la literatura y empecé a escribir muy pequeña; he tomado talleres de creación literaria en la preparatoria y en la universidad. He participado en los siguientes eventos: Festival Internacional de Poesía: Grito de Mujer, convocado por el Movimiento Mujeres Poetas Internacional, edición 2011 y 2012; también tuve la oportunidad de participar en el encuentro de poetas y editoriales independientes de la Fiesta de la Palabra en Santiago de Anaya, Hidalgo, así como en el movimiento internacional 100 mil poetas por el cambio. Gané el primer lugar en poesía en homenaje a Jorge Luis Borges de la Revista Mandala Literaria (revista electrónica de Argentina). Antología Grito de Mujer, Ed. Cascada de Palabras Cartonera 2011; Poetas Condenados, antología en línea 2011; Libertad, en mi cuerpo yo decido, Antología, Cascada de Palabras Cartonera 2012. También he participado en las revista Trajín Literario y en el Blog de Poesía Iberoamericana.
Este año estreno mi primer libro de poemas, Amapola: Fragmentos y otros delirios, Ed. Cascada de Palabras Cartonera, México, Marzo 2011.

SAL EN LAS PALABRAS

Ya no me importa deshojarme
            Sin nada que perder  
            arrojo palabras contra la pared

Permito que escurran gotas brillantes bajo la puerta

Nombro lo que callas
Existen dunas de sal en cada letra
            Deformes o siniestras
            qué importa
            si asumo la verdad etérea

Duna y cristal Ola de arena
Callado el pensamiento galopa a través del desierto

Qué importa
Sólo necesito un grano de sal para nombrarte


DELIRIO CONTRA LA DESESPERANZA

Gustosa me consumiré en sus manos
            Enferma
            Volátil sirena
            o resquebrajada piedra arrojada al precipicio

No pienso morir en la pregunta retenida
ni en el estático día conformado de “hubieras”

                        Hubiera sido niña de caireles
                        Hubiera sido miel contenida en panales
                        Hubiera sido amapola marchita
                         a la sombra del manzano

Escojo la derrota del monte para sentir siquiera que he vivido

¡Estoy loca!
¡Estoy maldita!
¡Estoy viva y condenada a morir
            cuando parta un beso hacia el abismo!

http://cascadadepalabrascartonera.blogspot.mx/

sábado, 14 de abril de 2012

El Internado: (XIII) Las necesidades del Rompecorazones Bazae


Era de todos sabido que en los cuatro meses que llevaba el noviazgo del Rompecorazones con la Chaparrita Nalgoncita, las relaciones sexuales habían sido un artículo inalcanzable. Nalgoncita era una interna de cara redonda, ojos grandes y pelo rizado. No era fea, pero tampoco era la beldad que ella presumía. Subirse al metro, viajar en pesero o Ruta100, era un insulto que no podía tolerar. Por primera vez en los años que tenía de conocerlo, vi al Rompecorazones perder la brújula. La carencia de sexo lo estaba volviendo loco. Sus amigos más cercanos preferíamos saludarlo desde lejos, pues la hipertricosis de su mano derecha era harto desagradable. Su ángel de la guarda había desaparecido una noche medio desplumado y su demonio vigilante lo observaba siempre a prudente distancia. Sus cápsulas amorosas ¾antes pícaras y jocosas¾ estaban llenas de descripciones muy cercanas a la pornografía. Su lamentable estado mental preocupaba sobre manera a la cofradía.

            ¾Un día de estos debutará como violador en la nota roja ¾se preocupaba Solemne Primero, ojos brillosos y desorbitados.
            ¾No chingues, cabrón ¾se quejaba Tanamazte, que compartía con él su cuarto de azotea¾, hay que hacer algo, pues yo tengo hermanas.
            ¾¿Entonces para qué están los amigos?... ¾el comentario del doctor S. M. hizo que todos protestáramos y pusiéramos a resguardo el culo¾. Pero no para lo que piensan sus mentes cochambrosas. Si su novia no afloja, entonces llévenlo a Sullivan y páguenle entre todos una prostituta.
            Y como muestra de su buena fe, hizo una donación de cincuenta pesos.
            El viernes por la noche nos trasladamos a un antro perdido por la Ciudadela. La zona no era de nuestro agrado, pero el doctor S. M. era el guía experto en estos lares. El coche Gran Marquis ’88 se quedó a resguardo en un estacionamiento de mala muerte. El antro —sin nombre— estaba en un segundo piso. Era un lugar pequeño, más bien discreto, quizás solo estaba autorizado como lonchería o bar. Una improvisada pista era delimitada por una decena de mesas, dispuestas a su alrededor. Al fondo, una quincena de jóvenes semidesnudas observaron nuestra llegada con estrambóticas sonrisas y pequeños chillidos de pájaros nerviosos. Como jóvenes de mundo, seguimos al mesero, devolviendo a las chicas las miradas. A la segunda ronda, S. M. llamó al encargado del lugar.
            ¾Mándanos a tus cuatro mejores chicas, para que nuestro amigo escoja una. Es su despedida de soltero ¾mintió, pues era más honrosa esta disculpa que explicar a un extraño la historia de la Chaparrita Nalgoncita que no soltaba prenda. ¡No antes del matrimonio, carajo!
            Las chicas comenzaron a desfilar ante nosotros. El Rompecorazones Bazae las observaba con ojos inyectados de deseo, pero no se decidía por ninguna. En un intento de asegurar al cliente, se sentaron a su lado y se dejaron apapachar.
            ¾Me siento impuro ¾musitó Bazae como a la séptima cerveza. Y abandonamos el local.
Imagen tomada de la red.