viernes, 3 de junio de 2011

Una historia psiquiátrica (X)


Con su habitual humor negro, Eric propuso que Alberto presentara la historia psicológica al grupo.
            ―Por mí no hay problema ―aceptó Alberto, creyendo quizás que se trataba del paciente de la cama 525―. Si quieren me la llevo para repasarla.
―Mejor me la llevo yo para darle otra revisada, no vaya ser que tenga errores y nos bajen la calificación ―intervine.
―Tú nada más la lees y nosotros respondemos las preguntas que hagan, Alberto ―terció Alejandro.
―Por mí está bien: que se la lleve Manuel ―dijo Jesús, encogiéndose de hombros.
Magda y Vero nos fulminaban con la vista: están locos, gritaban en silencio.
―Quizás debería leerla una de nosotras ―solicitó Verónica―. Han estado muy caballerosos y no nos han dejado hacer nada.
―No hay problema, yo la leo. Además, ya ven que le caigo bien a la maestra ―replicó Alberto. Quién quita y hasta saque diez.
De más está decir que Alberto ―quien ya estaba calificado por el asunto aquel del cigarro― no se presentó a la clase. Quizás siempre estuvo al tanto de lo que pasaba o, lo que era  más problable, alguien lo alertó  sobre lo que tramábamos. Debió ser Verónica quien presentara nuestro caso de mitomanía extrema. Lo decidimos así porque era un hecho que ninguno de nosotros aguantaría la risa. Como en efecto sucedió con los compañeros del grupo que, a pesar de que presentamos el nombre del paciente con sus iniciales, en segundos supieron quién era nuestro sujeto de estudio. A cada carcajada, la maestra X movía la cabeza de un lado para otro, como diciendo “Ay, Alberto, tú sí que no tienes remedio”.

Imagen tomada de la red.

4 comentarios:

quique ruiz dijo...

Ta buena la historia.
Dan ganas de saber más sobre ese personaje, realmente.

josé manuel ortiz soto dijo...

Quique, debo decirte que Alberto es de los personajes más complejos que he conocido. Aún quedan por ahí guardadas algunas historias suyas.
Saludos.

Anónimo dijo...

Sí que era todo un caso. Amena la historia Manolo, vale para algo grande...

quique ruiz dijo...

Excelente, esperaré las historias.