domingo, 2 de enero de 2011

Bofetada


Una multitud observa cómo se reparte la última porción de alimento. Entre ellos hay un niño que sobresale: tiene una mirada amarga y cercana al rencor. Llegó al campamento con el deseo de mordisquear un pan y llevarle a su madre enferma otra porción. Se ha quedado sin nada; regresará sin hambre, pero con una fiera recién nacida en el alma.

Imagen tomada de la red.

4 comentarios:

Rosio dijo...

Que cruel!

Médicos mexicanos por la cultura y el arte dijo...

Sendero, un texto fuerte, pero no por eso menos real. Precisamente en eso radica su crudeza.

Que este año tengamos muchas entregas de su parte. Reciba un cálido abrazo.

Alfonso Pedraza dijo...

Rub. las grafías no duelen. La organización de palabras nos comunican. Lo que nos duele son la imágenes que, cargadas en el subconciente emergen con textos como el tuyo.
Sigue macerando nuesto inconciente. Lo necesitamos.
Alfonso

Anónimo dijo...

Gracias por llevarlo a nuestra página. un abrazo y feliz año nuevo, aunque a cada esquuina vivamos en diferentes rostros, la mayor parte de gente " olvidada"
Rub