miércoles, 15 de junio de 2011

El Internado: (I) Advertencia



para yolanda fromow valdés y walter jiménez leo lim,
con el más grato de los recuerdos.

i. advertencia

TODO LO QUE aquí aparece es producto de la imaginación. Porque alguien dijo una vez que "imaginar es vivir..." y sentir más fuerte el golpe ¾digo yo¾ cuando la imaginación se niega a dar curso a realidad. Así, los personajes de esta obra son ficticios, cuento, pretensión; son el producto de una mente loca que tuvo el sadismo de arrojarlos desnudos e indefensos sobre un papel impecablemente blanco, limpio, deslumbrante, dando de esta forma, origen a una vida. Aquello era un desierto y yo los vi vagar, andar por los corredores interminables, subir escaleras, esperar hasta el fin de la eternidad la llegada de un elevador descompuesto. Unos mustios; otros alegres. A otros, simplemente, valiéndoles madre el curso de la vida.
            Entes convergentes de la cotidianeidad.
            Unos son así, y por eso me caen bien.
            Otros son así (de otra forma), y por eso me caen mal.
            Sin embargo, en un mundo ¾por imaginario que este sea, por incrédulas que sean sus pretensiones¾, tienen que existir las divergencias, las convergencias y los puntos que no van ni vienen, pero que siempre están ahí: estáticos, generación tras generación, hasta perderse en el olvido burocrático de un mal memorizado recuerdo abandonado en un bote de basura.
            Esto es hablar superficialmente de los personajes que aquí existen: porque a final de cuentas ellos mismos son sus propios personajes; son ellos quienes manejan (?) el curso imaginario de esta historia. Sin embargo, creo conveniente dejar bien establecidos algunos detalles que a la larga pudieran ser punto de conflicto o controversia, o simplemente exaltar el ánimo popular hasta una rebelión, quizás sin trascendencia, pero no por ello menos molesta:

UNO: El Autor se toma la libertad de incluir en sus relatos a los personajes que él considere y/o crea conveniente:
a) Porque son sus cuates,
b) Porque en un momento difícil de su vida le invitaron una cerveza, una coca o un chicle de menta,
c) Porque lo llamaron por teléfono en las tardes de soledad, café y lluvia; y él consideró el hecho como un gesto de buenas intenciones,
d) Porque difícilmente los tolera y piensa descargar sobre ellos la más sutil, diplomática y destructiva de las agresiones,
e) Porque simplemente al Autor se le da la gana hacerlo, sin importar las opiniones ajenas.

DOS: Cada uno de los personajes será bautizado con el nombre, la intención, el estado de ánimo del día de su nacimiento, según lo establezca el calendario personal del Autor.

TRES: Los personajes estarán sujetos a cambio sin previo aviso:
a) Porque así lo indica el horóscopo del Autor o del personaje,
b) Porque el Autor considera que ese personaje no tiene el derecho de inmortalizarse a sus costillas, después de conocerlo mejor,
c) Porque hacen falta aquí y sobran allá,
d) Porque el Autor tiene todos los derechos reservados sobre su novela, sobre sus cuentos o sobre su autobiografía,
e) Porque el Autor es un personaje que tiene más imaginación y en el momento en que le plazca o considere conveniente está capacitado para substituir a un personaje o escena por otros,
f) Porque el Autor tiene su genio y fácilmente se contraría.

CUATRO: En base a lo anteriormente expuesto, el Autor puede cambiar cada una de las escenas sin previo aviso y un personaje que fue invitado a participar con un papel preestablecido, puede ser cambiado de guardia escénica, le parezca o no, bajo la sanción de ser suprimida su intervención. Porque “por necesarios que resulten los personajes, no son indispensables”.

CINCO: A pesar de la rigidez dictatorial que se establece previamente, el Autor también pretende ser humano y en ocasiones puede verse envuelto en relaciones y conflictos con sus personajes. ¡Así es la vida de un Autor! ¡Juega con tantos personajes a tantas cosas! que nunca falta el momento en que llegue a comprometerse con uno de ellos, sin que ética, sociedad o las normas internas de cada institución del Seguro Social lleguen a importarle una pura chingada. El Autor no es romántico, pero como Aquiles también es vulnerable: la Naturaleza lo tomó del pecho mientras lo paría, dejando en el sitio del pellizco una mancha roja muy parecida al corazón de los humano. Por lo anterior (y como una muestra de su buena disposición) cada personaje puede decidir por sí mismo el involucrarse o no... (sin hacerse merecedor a sanción alguna).

CINCO BIS: En base al artículo anterior, el Autor acepta en su novela, sus cuentos o su autobiografía a todas las parejas:
a) Simplemente platicando,
b) Caminando por los pasillos,
c) Tomando un café nocturno bajo la luz de los cigarros en la residencia,
d) Persiguiéndose por todo el ámbito de sus obras,
e) O mandándose recados al través de modernas celestinas.

Nota: Las citas extra libro no son incumbencia del Autor.

CINCO BIS-BIS: El Autor también acepta a enamorados desvalidos; a los que se encuentran en conflicto por decidirse entre una u otra persona; a los que están enamorados pero no se atreven a confesarlo; a los que fueron plantados en su primera cita de amor; a los que la terapia de escribir poemas y embriagarse para olvidar sus penas amorosas no surte el efecto esperado; en fin, el Autor acepta a todos los personajes que tengan problemas de amor y estén dispuestos a resolverlos.

Nota: Si algún personaje quiere aparecer en la novela, cuento o autobiografía, pero se cohibe, puede comunicarse con el Autor, contarle sus penas o las de un (a) amigo (a), etc., y tenga la seguridad de que su identidad será guardada éticamente. También se aceptan anónimos no insultantes o amenazantes.

SEIS: Si algún personaje de la vida real se siente agredido o aludido por uno o varios de los personajes de la vida ficticia:
a) Puede citar a duelo al (os) personaje (s) agresor (es),
b) Puede exigir explicaciones al (os) personaje(s) agresor (es),
c) Puede aguantar serenamente, después de haber contado hasta diez,
d) Puede acudir y quejarse con su mamá, su papá o su tío, si es policía,
e) Pero por favor no moleste al Autor, que está trabajando...

Enero 1988. Periódico de internos.

Imagen tomada de la red.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

Veo que hay una dedicatoria para Yolanda y Walter. Alugien me podría ayudar a saber si eran doctores?

Anónimo dijo...

Anónimo, un gusto que andes por aquí. Yolanda Fromow fue mi compañera desde primer año de la carrera de medicina; a Walter Jiménez Leo Lim lo conocí en el internado. Fui Celestino en su relación. Se casaron y fallecieron en un accidente automovilístico; él era residente de cardiología y ella de cirugía plástica. En el accidente también falleció la hija de ambos y un hermano -inseparable- de Walter.
Saludos.

20 de junio de 2011 00:56
José Manuel Ortiz Soto

Anónimo dijo...

Hola José Manuel, gracias por la respuesta tan rápida. El día de hoy fui al panteón y muy cerca de la tumba de mi abuela ví la lápida de Yolanda, Walter, Yolanda hija y de Jorge, me detuve a leer las fechas y me impactó mucho que los 4 fallecieron el mismo día. Hace un momento llegué a casa y me puse a buscar en internet acerca de la noticia o alguna referencia de ellos y encontré este blog. Eran muy jóvenes todos y desde que salí del panteón no me los puedo quitar de la cabeza .......

Anónimo dijo...

El final es lamentable, pero te puedo decir que la relación que tuvieron Walter y Yolanda fue padrísima. No me acordaba del nombre de Jorge, pero te cuento: él era un chavo con parálisis cerebral infantil y, dadas las condiciones económicas de la familia, trabajaba para comprarle los libros a su hermano. En muchas de las reuniones que tuvimos, Jorge estuvo presente. De Yolanda te cuento que era una chica muy culta, tocaba excelente la guitarra y cantaba igual; era un tanto rebelde, y fue precisamente esa rebeldía la que la llevó a casarse con Walter Alejandro. Él era muy buen estudiante, pero lo traicionaba su mal genio (sólo superado por el mío). En los próximos días encontrarás en esta sección alguna referencia hacia ellos, durante nuestra etapa de internado. Y te agradezco los pensamientos que tienes para con mis amigos. Un abrazo.
Ah, a la pequeña no la conocí; no tuvimos tiempo.
José Manuel Ortiz Soto.

Anónimo dijo...

José Manuel, gracias por compartir un poco de tus amigos conmigo. Te cuento que después de ver la lápida y las edades de todos, fue un impacto fuerte. Sé que la vida es diferente para todos y que la muerte es algo natural, sin embargo a mis 32 años sigo sin asimilar la idea que la gente muera joven y más en circunstancias como las que comentas.
Soy fotógrafo amateur y no pude resistir la tentación de tomar un par de fotografías de la lápida, hoy en la madrugada que llegué a casa las descargue y la cabeza me daba vueltas pensando en la historia de Yolanda y Walter, dos personas completamente desconocidas para mi, y que ahora, gracias a ti tienen un rostro y una historia.
Estaré pendiente para leer tu publicación acerca de la etapa de internado y conocerlos un poco más.
Saludos
Luis

Anónimo dijo...

Luis, gracias de nuevo. Si no es un abuso, me gustaría ver tus fotografías; es más, escribir sobre ello, ya que como se ha venido dando esta historia, parece de cuento. Si me las heces llegar con gusto las subiré aquí (con referencia de autor), con algún texto. Te dejo mi correo, saludos.

manolortizs@msn.com

Anónimo dijo...

José Manuel, te acabo de enviar las fotos. Como te comenté hace un momento, seguiré muy de cerca el blog para conocer la historia de Yolanda y Walter. Es muy raro conocer de esta forma a personas que ya no están y que de alguna manera ahora están presentes en este blog, en los comentarios y en los recuerdos y precisamente en el mismo mes de su aniversario luctuoso.
Saludos
Luis

Anónimo dijo...

Dr. Realmente me ha impactado la historia en comento, y sobretodo el trágico final de esta maravillosa y corta vida de tan magistral pareja.
Referente al internado existirán muchas cosas por relatar, los tiempos son distintos, pero las historias no tienen tiempo para relatar.
Felicidades por tan excelente escritor!!!!

Sanlou..

Anónimo dijo...

Recibí las fotos, Luis. Gracias por ellas. Escribiré algo al respecto.

Sanlou,
el internado, el servicio social, la residencia... cada uno tendrá su momento y sus particularidades, sin importar las épocas, las vivencias son similares.

José Manuel.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Si Medico de acuerdo con usted, y si me permitiera algun día relatar una historia referente a estas grandes y asombrosas épocas que la formación como personal de salud nos permite gozar!!
Saludos
Sanlou

Anónimo dijo...

Sanlou, adelante. Te dejo mi correo para que te pongas en contacto conmigo manolortizs@msn.com

Saludos.

José Manuel Ortiz Soto