Huyamos a una hoja blanca,
compremos sábanas de guanábana
y confundamos al enemigo.
En este mar de blancura,
unámonos como la palabra
y la oscuridad se verá a lo lejos como la sombra de una hoja:
Tu vientre.
Abajo la oscuridad de dátil.
Frente a mi boca la hendidura de tu ombligo;
de mis labios una lengua pez
clava su humedad.
Evadne:
Huyamos a una hoja blanca.
Imagen tomada de: fotos.miarroba.com
3 comentarios:
Sendero: erotismo sutil y frutal, que incita al goce.
Me han gustado los sabores, casi olores de esa mujer
Muchas gracias por ser testigos de la palabra. Poesía dejada en alguna vera del camino y que aparece sin que se le esperase. un abrazo Rub
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