Al verlo asomar por la puerta, su madre comenzó a
llorar, desconcertada; su padre se vio en su vejez, trabajando hasta el último
momento; sólo su hermanita Grete esbozó una sonrisa de complicidad.
—Esto no es una moda: ser
punk es un estilo de vida —dijo Gregorio Samsa antes de salir del apartamento,
azotando la puerta.
José Manuel Ortiz Soto, en Ráfagas de punk. Minificciones rebeldes, La tinta del silencio, Ciudad de México, México, 2016.
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