jueves, 11 de agosto de 2011

El Internado: (V) Primera carta de internado


MI MUY ESTIMADO y querido señor, hijo, hermano, tío, primo, padre, nieto, abuelo... de quien corresponda:
1) En los últimos tres días he tenido una oportunidad que pocas veces se presenta en la vida:
a.¾ sentarme y escribir,
b.¾ sentarme y volver a escribir,
c.¾ sentarme nuevamente y volver a escribir,
d.¾ sentarme y ...
2) Para un joven aprendiz de escritor este honor es más dulce que el éxtasis (¿estasis?), desde luego, si no se tratara de escribir siempre lo mismo, con la única diferencia de que a cada nueva copia la caligrafía y la sintaxis se van deteriorando deplorablemente.
3) No miento si afirmo que mi encuentro con el espíritu intrahospitalario ha despertado en mí un profundo sentimiento médico¾literario: he encontrado aquí el ambiente propicio, los desquiciantes alaridos de las parturientas, el agudo y  punzante chillido de los neonatos, una excelente cantidad de guardias de meditación, el blanco puro de los uniformes y un régimen de disciplina estricta de
a¾ señor voy aquí,
b¾ señor estoy aquí,
c.¾ ñor...
4) Este ingrato ambiente me ha proporcionado la oportunidad de ser más productivo, elevándome por el amplio cielo de la meditación y alejándome de tentaciones mundanas:
5) Salir a la calle y perderme en la ruta de lo cotidiano, jalarme los pelos en la oportunidad menos pensada y echar fuera al hombre verde que la hipocresía (cara amigable, torpe, sonriente) lleva dentro y amenaza con apuñalar al prójimo en el momento menos pensado; echar tierra en las paletas de fresa de los niños pobres; observar con morbosa obscenidad a las parejas de novios que se ocultan en lo oscuridad...
6) Pero... ¡No! ¡No! ¡No!
7) La meditación intrahospitalaria limpia, purifica, baña, esteriliza, etc., al hombre, a la mujer, al homosexual... libra a cualquiera de sus malos pensamientos.
8) ¿Entonces para qué salir a la locura, al ronroneo paranoico de los autos, a la música disco, al rock, a las drogas, a la prostitución y el asesinato?
9) ¿Para qué gritar, gruñir, mentar la madre, vestirse mal, pintarse un ojo de morado, ponerse un arete en el glande, pasar hambre?
10) El monótono golpeo de los dedos sobre las teclas de la máquina de escribir es mejor terapia que cualquiera propuesta por Neuróticos Anónimos;
11) El continuo caminar a medianoche por los pasillos longilíneos, silenciosos, amarillos, casi esqueléticos, es mejor terapia que observar enajenadamente cómo se diluye tu ojo al través de una botella de vino tinto y un poema de de Charles Baudelaire;
12) ..................
13) ..............................
14) y una biblioteca con sus libros cubiertos por mohos infinitos...........
15) ................y el doctor...............y la doctora.................
16) En consecuencia, por todo lo dicho y meditado y vuelto a meditar hasta el hartazgo:
17) Mi muy estimado y querido señor Hijo de Puta: doy mi consentimiento para ser internado en este hospital psiquiátrico.

Atte.
José Manuel Ortiz Soto
Médico interno de Pregrado

méxico, d.f., enero l988. Periódico de Internos.

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