viernes, 31 de octubre de 2014

Calaverita médica


Entre médicos la Muerte
anda como por su casa,

por eso al ver a Pedraza
le dio un abrazo bien fuerte.

“¡Adónde vas con mi amigo!”,
le salió al quite Rubén.

"Si quieres venir también,
compadre vente conmigo".

Elizabeth preparaba
a sus muertitos altar,
la Muerte la fue a tentar
con lo mejor de su cava.

"No creas que por chiquita,
Diana tú te salvarás:
si la verdad no te agüita 
de un baile te pelarás". 

"Para lubricar mis huesos, 

a Óscar me llevaré,
ya luego saldo con besos
el ajuste que me dé". 

La muerte que no distingue
sexo, color, religión…
aunque uno al verla respingue
no se salva del panteón.

Ya mejor aquí le dejo
pues tengo cosas que hacer:
me voy corriendo al festejo
de una muy Flaca Mujer.



lunes, 27 de octubre de 2014

Conferencia "La historia del Alfabeto"

La Academia Mexicana de Médicos Escritores invita a la conferencia "La historia del alfabeto", a cargo el Dr. Ulises Casab el día 30 de octubre de 2014 a las 20:00 h, en el Auditorio del Sanatorio Durango, calle Durango No. 290, noveno piso, Colonia Roma, México, D. F. Entrada libre.

viernes, 10 de octubre de 2014

La residencia (XXII): El telescopio


El telescopio abrió sus grandes ojos grises y enfocó el espacio inconmensurable. Un diminuto punto centelleó a la distancia, quizá alcanzado por la luz de un sol desconocido. Lo vio moverse borrosamente, iniciar un crecimiento desesperado. Pero la imagen proyectada sobre sus retinas tenía forma y magnitud desconocidas, era una masa amorfa. Sus belfos bufaron; una capa de vaho espeso alcanzó su frente, empañando sus cristales.
—¡Chingada madre! —apretó los párpados, parpadeo diez veces, puncionó desesperadamente sus sienes, pero no conseguía corregir el enfoque.
—¿Qué dijo, doctor? —estalló a una voz.
Los ojos del telescopio se retrajeron dentro de sus cuencas. Al abrirlos, se encontró frente al médico adscrito, que lo miraba con cara de pocos amigos.
—Si quiere, vuelvo mañana para que me presente a su paciente, doctor…
—Dísculpeme, doctor…
Y el telescopio abrió sus grandes ojos grises y enfocó el espacio inmensurable de la cama 1142.